No postergar la decisión de invertir

Una agricultura sustentable es la que produce alimentos, y otros bienes que las personas y animales necesitan, de tal forma que ayuda  a proteger los recursos y el medioambiente, buscando minimizar el impacto que la actividad tiene en el entorno y, de paso, mejorando la calidad de vida de los productores y de las personas.

Un recurso que se viene viendo cada vez más amenazado es el agua, cuya disponibilidad es cada vez menor por el impacto del cambio climático y por el aumento de la población y sus necesidades. Y, la producción alimentaria la necesita, pero, también puede ayudar aún más a protegerla.

Tenemos claro que en Chile la escasez hídrica es ya un problema estructural: se ve difícil que en el mediano o largo plazo el país vuelva a tener los volúmenes de agua -y nieve- que solía tener. Por lo mismo es esencial que los productores, especialmente los medianos y pequeños, incorporen sistemas de riego tecnificado (los más grandes ya lo han hecho), que les permitiría seguir produciendo aun cuando el agua disponible sea menos, al usarla de manera más eficiente.

Hoy en día la tecnología para aprovechar mejor el agua y regar más con menos, liberando recursos para  las personas y otras necesidades, está disponible en las más variadas formas y costos, desde goteros básicos, pasando por bombas para extraer y distribuir de mejor rendimiento y variedad,  hasta los sistemas y softwares que permiten el control del sistema y la acumulación de datos para hacer más eficiente el uso del agua y, además disminuir otros costos como fertilización.

Independiente de que la oferta de tecnología y equipamiento de riego se mueva en una amplia gama de valores, la realidad es que siempre involucra una inversión importante, que puede ser compleja de afrontar para los productores pequeños y medianos.

Pero en el país existen alternativas a niveles regionales y nacionales, que con recursos públicos, que ayudan a avanzar en tecnificación, como la Ley 18.450, de Fomento al Riego, que en su última modificación incorporó importantes cambios para focalizar el apoyo precisamente en pequeños y medianos productores con ventas que no superen las 50 mil UTM anuales, es decir, aquellos con menos ingresos (antes podían postular con ventas hasta 100 mil UTM). Aún más desde el año pasado ha extendido sus coberturas a nuevas zonas y, además, lanzado concursos específicos para mujeres -el primero estará abierto hasta el 18 de mayo y el segundo tendrá lugar en el segundo semestre- , facilitando incluso la posibilidad de postular a las que están casadas.

Para postular a estos estos recursos, que pueden llegar a financiar hasta el 90% de un proyecto, se puede hacer online en www.cnr.gob.cl.

Se trata de concursos que permiten postular no solo a sistemas de tecnificación intraprediales de diversos tipos; también a obras civiles, como el mejoramiento de canales, construcción o revestimiento de embalses, compuertas, pozos y sistemas de impulsión (bombas), entre otros;  sistemas de distribución y mediciones de caudales (asociados a obras civiles); obras de drenaje, entre otros.  Y no hay que olvidarse que la distribución (o impulsión) y la acumulación son esenciales, pues aun cuando este 2023 podría llover más como se proyecta, la sequía no se terminará. Lo que sí, será una oportunidad para concretar esas inversiones y mejoras tecnológicas que permitirán enfrentar futuras temporadas de más escasez.

Cada concurso tiene bases específicas -que se pueden encontrar en el manual de procedimiento en www.cnr.gob.cl- pero en general, pueden postular personas naturales y jurídicas, así como organizaciones de usuarios. La Ley considera dos tipos de concursos, dependiendo del costo total del proyecto, los de obras menores, de hasta 15 mil UF. Y los de obras medianas, de entre 15 mil UF hasta 250 mil UF. Si el proyecto es de menos de 30 mil UF, los usuarios Indap y las organizaciones de pequeños usuarios de Indap, pueden acceder hasta un 90% de bonificación; los productores pequeños de hasta 40 há y las organizaciones de usuarios, hasta un 80% y los medianos, de entre 40 y 200 há de riego ponderado, hasta un 70%.

Para postular se acreditar ser dueño, usufructuario o arrendatario de las tierras y los derechos de agua y disponibilidad del recurso hídrico para el proyecto. También se debe presentar el proyecto, a través de un profesional consultor de la Ley inscrito y vigente en el Registro Público Nacional de Consultores de la CNR.  

Y, como el ministro de Agricultura explicó recientemente en Revista del Campo de El Mercurio, viene con incentivos de mayor puntaje para aquellos que se vinculen a energías renovables, incorporen soluciones basadas en la naturaleza, si retorna parte del agua a los sistemas, o si se enfocan en cultivos tradicionales. El ministro agregó que este año, además habrá concursos simplificados en Ñuble y Biobío, para las zonas más afectadas por los incendios.

Está claro, entonces, que alternativas para mejorar la tecnificación en riego existe. Con eso claro, hay que atreverse a dar el salto y no postergar la decisión de invertir, que no hacerlo puede salir mucho más caro.

Patricia Vildósola, Periodista
April 20, 2023